La palabra confianza no es muy abundante en mi vocabulario, pero bueno, qué pretenden si cuando uno confía sus pesares y malas acciones a un alguien y luego, ese alguien, a la primera pelea comienza a ventilarlos y refregarlos en la cara para ver lo podrida que estas por dentro?
Puede que lo que tenga dentro no sea de color rosa con maripositas y todas esas cosas bonitas, creo más bien que debe estar lleno de telarañas y nidos de ratas, pero yo eso lo tengo claro, no necesito que me lo recuerden y menos aún cuando la fortaleza no prevalece.
Pero bueno, estamos con la escoba en mano y el insecticida tratando de limpiar.
Que no se diga de mi...
Ahora, quiere saber, señora, cuando dejé de confiar?
Fácil, cuando me di cuenta, que herir a la gente con el pasado es un hábito bastante común en usted.
Entre un mundo desconocido y otro por conocer.
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1 comentario:
Por que me parecio un reproche que me hacias .. a pesar que no tiene destinatario... ¿me dio la paranoia?
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